Tras varios años de bonanza económica que tocó techo a principios de 2007, la economía malagueña experimentó una desaceleración a lo largo de ese año, que cerró con un crecimiento del 4,1%, que aún siendo un porcentaje relativamente alto, representa un freno a la tendencia de los años anteriores. Málaga es una ciudad comercial y tiene en el turismo una creciente fuente de ingresos, fomentada por el importante aeropuerto y la mejora de las comunicaciones y las nuevas infraestructuras como el AVE y la estación marítima, y las nuevas instalaciones culturales como el Museo Picasso, el Centro de Arte Contemporáneo y el Palacio de Ferias y Congresos, que han multiplicado la llegada de turistas.
Es destacable la pujanza de la ciudad en industrias de nuevas tecnologías, ubicadas principalmente en el Parque Tecnológico de Andalucía, y del sector de la construcción. La ciudad es sede de la mayor entidad bancaria de Andalucía, Unicaja, así como de las empresas malagueñas Mayoral, Sando, HCP Architecture & Engineering, Aifos, Isofotón y Vitelcom, y de otras multinacionales como Fujitsu España, Epcos (Siemens), Oracle Corporation, Huawei o San Miguel.
A pesar de la gran extensión del término municipal, la actividad agrícola y forestal se encuentra muy limitada por la presión del entorno humano. Apenas se producen algunos cítricos y otros frutales, caña de azúcar, almendras y olivas. El municipio carece de pastos adecuados para la ganadería extensiva, por lo que la escasa ganadería es de tipo intensivo. Más significativo es el sector pesquero, ya que la Bahía de Málaga es una zona de reproducción y el puerto dispone de una flota de 503 embarcaciones, que capturan boquerones, jureles, lenguados y merluzas entre otras especies.
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